lunes, 15 de junio de 2009


Te tengo cada vez que te deseo,
me bebo cada gota de tu ser,
me recorres milímetro a milímetro,
te sabes cada poro de mi piel.
Devoro tu saliva y tu semilla,
cada noche y en cada amanecer.
Te viertes en mi cueva y te recibo
con la avidéz de la primera vez.

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